Bienvenidos

Este espacio estará dedicado a los alumnos del Instiuto Privado Simón Bolívar.
Aquí, podrán encontrar material de lectura, actividades, modelos de evaluación, fechas de exámenes y trabajos prácticos.
Tengan en cuenta que cualquier novedad será comunicada por este medio, por lo tanto se les recomienda que revisen el blog periódicamente.

Espero que utilicen esta herramienta.


Profesora Andrea Sisti







viernes, 19 de agosto de 2011

Primer año: Desastres y fenómenos naturales

La resolución de las actividades debe estar en la carpeta, por tal motivo, es necesario que se imprima este documento.

Lee los siguientes artículos periodísticos y realiza las actividades que figuran más abajo.

Artículo 1
                                                                 Hiroshima: el horror que cayó del cielo
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó en Hiroshima, Japón, la primera bomba atómica de la historia contra seres humanos. Un primer balance dijo que los muertos eran 140.000. El infierno se repitió tres días después en Nagasaki. El proyecto bomba atómica, que contó con un equipo de científicos de élite, costó la fantástica cifra para la época de dos mil millones de dólares. Los protagonistas.

Julio Algañaraz. Corresponsal en Roma, Italia

Eran alrededor de ocho mil las chicas de las mejores escuelas secundarias que habían sido convocadas en el centro de la ciudad para unos ejercicios de defensa civil.

Como muchos de los 260.000 habitantes de Hiroshima que no habían sido evacuados (la ciudad antes de la guerra tenía 400.000 habitantes), las estudiantes miraron hacia el cielo con curiosidad para ver a esos tres gigantescos aviones del enemigo que volaban a 9.000 metros de altura. Tres aviones solos del demonio estadounidense no podían traer muchas desgracias.

Habían hecho falta miles de bombarderos para reducir a cenizas media Tokio y otras grandes metrópolis niponas, que ardían fácil porque las viviendas japonesas eran construidas, sobre todo, con madera y papel. A las 8.36, hora de Hiroshima, llegó el Infierno. Little Boy (Pequeño Chico) explotó a 580 metros de altura, 43 segundos después de que la bomba al uranio 235, con una potencia de 12.500 mil toneladas de TNT, fue desenganchada de la panza del B-29 Enola Gay, como se llamaba la madre del coronel Paul Warfield Tibbets, piloto comandante del más grande bombardero de aquella época.


Pulverizadas

Muchas de las chicas fueron pulverizadas por la primera bomba atómica de la historia empleada contra seres humanos.

Dos meses después se hizo un balance de 140.000 muertos y todavía hoy sigue muriendo gente de Hiroshima por las consecuencias de la radiación que liberó Little Boy aquel 6 de agosto de 1945. Se cree que más de 200 mil personas fueron inmoladas en Hiroshima.

Tres días después, la historia se repitió en otra ciudad japonesa, Nagasaki, que tuvo la mala suerte de ser elegida porque el tiempo era malo y nublado en Kokura, el objetivo primario preferido por sus arsenales militares. La orden del alto comando indicaba que Fat Man (hombre gordo), la bomba al plutonio que hizo estallar el equivalente de 22.000 toneladas de TNT (ver recuadro), debía ser arrojado en el centro urbano de las ciudades elegidas para la hecatombe atómica. Kokura tuvo un Dios aparte y se salvó dos veces porque era el segundo objetivo después de Hiroshima el 6 de agosto.

En Nagasaki falló la mira del oficial apuntador, que, por fortuna, erró el blanco en 3 kilómetros. Los muertos fueron sólo 72.000 en el primer balance, también porque las colinas de Kokura amortiguaron la onda terrible de la explosión atómica. Pero la ración de padecimientos fue también indescriptible para Nagasaki (se cree que hasta hoy han muerto por la explosión y las radiaciones unas 120.000 personas), convertida en gran parte en un desierto lleno de muertos quemados, asfixiados por la falta de oxígeno o desollados por las radiaciones. La medida del horror se conoció recién después de varios meses y años, cuando se alzaron las barreras y los velos de la censura impuestos por el legendario general Douglas Mac Arthur, gobernador con poderes casi absolutos durante la ocupación de EE.UU. a Japón.

Las consecuencias fueron casi inimaginables: el estallido nuclear produce el triple del daño de la explosión, una onda de calor que llega hasta 3 mil grados centígrados y radiaciones mortales inmediatas o a largo plazo. Tras este segundo bombardeo y la amenaza de que la tercera bomba sería lanzada en una Tokio ya semidestruida, Japón se rindió por decisión del emperador Hirohito el 15 de agosto de 1945. Miles de nipones se suicidaron por el deshonor.

Así concluyó la Segunda Guerra Mundial y comenzó la Era Nuclear, la cual sigue.


Proyecto Manhattan

Pero, en realidad, el hongo atómico original que cambió de época histórica se elevó amenazador a unos diez kilómetros de altura menos de un mes antes de las explosiones en Hiroshima y Nagasaki. En la Jornada del Muerto, un lugar de nombre tan siniestro como lo que ocurrió a las 5.31 de la madrugada del 16 de julio de 1945, culminó con la primera explosión atómica de la historia la más gigantesca epopeya científica y técnica que se recuerda: el Proyecto Manhattan.

En el llamado Punto Cero, en la zona del desierto de Alamo Gordo, en el estado norteamericano de Nueva México, había sido izada una bomba de dos toneladas que adentro contenía uranio natural y enriquecido. Para construir la bomba, el gobierno del presidente Franklin Delano Roosevelt, quién murió de un derrame cerebral poco antes de la prueba atómica, había reunido a una buena parte de los mejores físicos teóricos, químicos, matemáticos y técnicos del mundo, una tarea que parecía imposible.

La primera explosión atómica era una prueba que los científicos necesitaban porque algunos de ellos conjeturaban que la reacción nuclear podía o no producirse o descontrolarse, quemando la atmósfera y poniendo fin a la vida en el planeta Tierra.

Sólo un personaje, encarnación del Mal Absoluto, podía hacer posible que tantos genios se juntaran para hacer La Bomba, como entonces la llamaban. Su nombre: Adolf Hitler. El temor de que un grupo de científicos alemanes estuviera por poner en manos del tirano nazi semejante arma total, fue el mayor estímulo para empujar a Roosevelt a comprender que EE.UU. debía realizar un fantástico esfuerzo económico, industrial y científico-técnico para apoderarse primero de los secretos del átomo.

Muchos de esos científicos eran europeos y judíos, perseguidos por los nazis, que habían debido huir de sus países. Algunos de los pioneros del Proyecto Manhattan eran húngaros. El verdadero padre de la bomba atómica era un pequeño, cascarrabias, idealista y con simpatías socialistas, húngaro de familia hebrea: Leo Szilard. Fue el primero que intuyó de golpe cuando paseaba por una calle de Londres en los años 30 el fantástico y terrible poder de la fisión atómica.

Szilard emigró a EE.UU. y cuando Hitler invadió Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial, en setiembre de 1939, el profesor comprendió que la humanidad corría un serio peligro. Szilard era amigo de Albert Einstein, el físico alemán que había descubierto la Teoría de la Relatividad.

Considerado de un genio comparable sólo al de Leonardo Da Vinci, Einstein ganó el Premio Nobel, pero debió huir de Europa porque era hebreo, corrido por los nazis que durante la Segunda Guerra Mundial ultimaron en la Shoá, el Holocausto, a seis millones de civiles inermes de toda Europa, cuya única culpa era pertenecer al pueblo judío. Szilard habló con su amigo Einstein y logró que el científico más influyente de EE.UU. escribiera una carta a Roosevelt explicándole la necesidad de emprender con urgencia la carrera para dominar la tecnología atómica.

Después de algunos titubeos, Roosevelt –un genio de la política que gobernó a EE.UU. durante 13 años–, comprendió que si Hitler ganaba la carrera nuclear podía también ganar la guerra y convertir en cenizas a las grandes ciudades estadounidenses. El Presidente sabía que EE.UU. entraría inevitablemente en guerra con el Eje Alemania nazi-Italia fascista- Japón militarista. El arma atómica implicaba un problema moral espantoso, pero lo importante en aquella época era contrastar el avance de Hitler y el nazismo.

Roosevelt ordenó realizar el Proyecto Manhattan que fue puesto en manos de un hombre providencial: el coronel de ingenieros militares Leslie Groves, rápidamente promovido a general. Groves quedó abrumado al principio por la vastedad de la misión, pero se puso a buscar, recorriendo las universidades estadounidenses más prestigiosas, al hombre justo para dirigir la parte científica del Proyecto Manhattan. Lo encontró en la Universidad de Berkeley, un suburbio de San Francisco, en California.

El hombre del destino, mellizo del general Groves en el Proyecto Manhattan, era un tipo singular. Muy flaco, exótico, un físico teórico de alto nivel, de personalidad dominadora, capaz de acaudillar a la gente. Era de izquierda, lo cual le costó muy caro años después, y de origen judío alemán.

Robert Oppie Oppenheimer, de él se trata, usaba sombreros de ala ancha, fumaba en pipa y entendió en un instante lo que le contó Groves, quién lo defendió a capa y espada aunque el FBI le presentó objeciones porque “es un personaje rodeado de comunistas, activista en la propaganda en favor de los republicanos españoles” en la guerra civil 1936-39. Es imposible aquí hacer la lista de grandes científicos europeos y estadounidenses que participaron en la tarea de construir lo más rápidamente posible la bomba atómica.
  1. Busca las palabras que no conoscas
  2. Realza un breve resumen de lo leído
  3. Averigua porqué ocurrió este hecho.
  4. Contesta las siguientes preguntas:
    1. ¿Qué es un desastre natural?
    2. ¿Qué es un fenómeno natural?
    3. ¿Qué diferencias existen entre ambas?
    4. Según lo leído en el texto, la explosión de Hiroshima ¿Fué un desastre natural o un fenómeno?
    5. ¿Cuáles fueron las consecuencias de este suceso?
  5. Localiza en un mapa planisferio las ciudades de Nagasaki e Hiroshima. No olvides colocar la referencia.
Artículo 2

Descubren una isla de basura
05/09/10
Apareció por la acción de las corrientes y los vientos, que aglutinaron los desechos plásticos.
PorSibila Camps
Basura Ampliar
      
Tras 22 años de juntar restos de plástico acumulados en medio del océano, un grupo de investigadores estadounidenses descubrió cómo y por qué se formó una isla de basura en el Atlántico . Lo que aún no pudo explicar ningún científico, son las consecuencias que tendrá en los seres vivos semejante contaminación.
Ya se sabía de la existencia de la gigantesca isla de plásticos flotantes del Pacífico Norte. Ahora, investigadores de Woods Hole Oceanographic Institution y de la Universidad de Hawaii en Honolulú dieron a conocer –en la revista Science – los resultados de la recolección de muestras tomadas entre 1986 y 2008 por más de 7.000 estudiantes universitarios en 6.136 localizaciones del mar Caribe y del Atlántico Norte. En este último se da la mayor concentración, que llega a 580.000 piezas por kilómetro cuadrado, en su mayoría milimétricas; la superficie de esa zona supera a la de Cuba.
Si bien los investigadores determinaron que los residuos flotantes tardan menos de 60 días en llegar desde las costas norteamericanas hasta la zona de acumulación, la gigantesca isla de plástico se formó con desechos arrojados desde las tres Américas. No obstante, el mayor caudal proviene del norte. Fueron arrastrados por corrientes superficiales y, por una circulación ciclónica de vientos, se aglutinaron en una zona de convergencia, en el mar de los Sargazos. Se trata de “una especie de embudo, donde el agua se concentra y termina yéndose hacia el fondo”, explica José Luis Esteves, a cargo del Laboratorio de Oceanografía Química y Contaminación de Aguas del CENPAT-Conicet, en Puerto Madryn. Allí, la velocidad de la corriente es tan lenta, que un velero podría estar 100 años sin moverse.
Los científicos se sorprendieron al comprobar que, pese a que la producción de plástico aumentó mucho en estos años, no pasó lo mismo con la concentración de restos en la zona de mayor acumulación. Descubrieron que en los trozos más pequeños ya se habían establecido microorganismos, y concluyeron que, después de haberse degradado por el clima y la radiación solar, terminan depositándose en el fondo del mar.
“El impacto global, muchas veces no se ve –señala Esteves–. Esos procesos de degradación tienen importancia en el ecosistema, por la disminución de oxígeno.
Hay plásticos más peligrosos que otros, según su composición.
Originalmente tenían un contenido de mercurio muy elevado, que hoy se ha reducido. Pero en el fondo del mar hay bacterias que transforman el mercurio en metilmercurio, que causa malformaciones fetales” cuando es ingerido a través del pescado contaminado.
Es la pesquería la que produce buena parte de la contaminación. Antes de terminar en una isla de basura, los sunchos de plástico ahorcan a los lobos marinos, cortan el pie de gaviotas y se enriedan en los delfines. Las bolsas matan a las tortugas marinas, que las tragan al confundirlas con medusas.
“Cada uno de estos barcos es un pequeño barrio flotante, con los defectos que tiene cualquier vecino con el manejo de sus residuos –observa el investigador argentino–. Pese a que la Organización Marítima Internacional prohíbe el vertido de todo tipo de plástico, no les importa tirar lo que sea, incluidas baterías de la ecosonda”.
Los plásticos son sólo lo visible. “ El problema es lo que incluyen: hay residuos plásticos que contienen pilas o sustancias metálicas –subraya Esteves–. Si son botellas de aceite de vehículos, o de combustible, o sustancias tóxicas, terminan dispersándose en el mar en el lugar donde caigan”.
Además de formar islas de basura, las corrientes marinas y el viento también la amontonan en determinados lugares de las costas. “En la Patagonia hemos detectado zonas de hasta 10 kilómetros.
Cualquier sitio donde haya convergencia oceánica es un lugar potencial de acumulación de basura.
La hay en la isla de los Estados, donde viven sólo cuatro personas, que no son generadoras de basura. Y lo que no quedó ‘colgado’ allí o en las Malvinas, seguirá hasta el centro del Atlántico”.
Esteves ve “extremadamente difìcil” eliminar estas islas, “a menos que haya una campaña de Naciones Unidas. Es una decisión de política internacional”. Entretanto insiste en la necesidad de reemplazar el plástico por otras sustancias, para reducir su uso y para incrementar su reciclado.

Consignas:
  1.  ¿De qué trata el artículo?
  2. ¿Qué países son los responsables de este fenómeno?
  3. ¿Es un desastre o un fenómeno natural?
  4. ¿Qué tipo de problemática ambiental es? ¿Por qué?
  5. Localiza en el mismo planisferio del texto anterior la zona que se vió afectada. (No olvides colocar referencias)

Artículo 3MEDIO AMBIENTE | ADVERTENCIA DE CIENTIFICOS ARGENTINOS POR EL AUMENTO DE LA TEMPERATURA EN LA ANTARTIDA
                               Peligro por el retroceso de los glaciares antárticos
El nivel del mar podría subir en el futuro hasta siete metros. Y esto sería catastrófico para las poblaciones costeras. En un estudio, dos expertos probaron por qué se derrite la Antártida.

Tan inhóspita. Tan fría y majestuosa. Pero tan vulnerable... La temperatura promedio en la Antártida aumenta y sus relieves adelgazan sus formas. Esta vez, fueron dos científicos argentinos quienes encontraron evidencias firmes para advertir que si las barreras de hielo siguen desintegrándose como hasta ahora, el nivel del mar podría llegar a crecer hasta siete metros. Y las áreas costeras de diferentes regiones del planeta podrían inundarse y afectar a mucha gente.

Los científicos que hicieron este preocupante llamado de atención son Pedro Skvarca, de 59 años, y Hernán De Angelis, de 29, que trabajan en la Instituto Antártico Argentino, que depende de la Dirección Nacional del Antártico. Después de sobrevolar la zona y observar imágenes satelitales, los dos investigadores hallaron que cinco glaciares de la Antártida se han vuelto inestables y han retrocedido.

Ahora, sugieren —nada menos que en la revista estadounidense Science de esta semana— que las modificaciones en esos cinco glaciares se habrían producido como consecuencia de que en el año 1995 se desintegró una barrera de hielo a la que alimentaban, la Larsen A, que era como un glaciar flotante situado al nordeste de la Península Antártica.

La barrera de hielo se conectaba directamente con esos cinco glaciares —llamados Boydell, Sjögren, Edgeworth, Bombardier y Drygalski— y con un sexto al que por el momento no se le encontraron cambios. "Aunque eso no significa que no le haya pasado nada", resaltó De Angelis.

Este joven licenciado en geología fue el primero en notar la presencia de terrazas de hielo —unos bloques de más de 20 metros— sobre la superficie de los glaciares. Un hallazgo que indicaba que algo andaba mal por el lugar. En ese momento recordaron algunas ideas de otros investigadores que habían caído en descrédito.

En los años setenta, un experto estadounidense había dicho que si alguna vez se observase que las barreras de hielo de la Península Antártica se desintegraban, "será la firme advertencia de que algo grave está pasando".

Por otro lado, —recordó De Angelis— otros investigadores analizaron la posibilidad de que la desintegración de las barreras de hielo Filchner-Ronne (que se encuentran al sureste de la Península Antártica) y de Ross (en la Antártida occidental, pero de cara al Océano Pacífico) pudieran desencadenar una "movida" irreversible de la Sábana Antártica Occidental. Y que ese cambio podría incrementar el nivel del mar entre 5 y 7 metros. Pocos los escucharon realmente.

En los años ochenta, varios modelos matemáticos desestimaron y desacreditaron esas ideas catastróficas. Aunque nadie se había tomado el trabajo de observar qué pasaba en ciertas áreas de la Antártida cuando una barrera de hielo se desintegraba. Eso es lo que lograron los dos científicos argentinos.

En el verano de 1995, desaparecieron 1.600 kilómetros cuadrados de la barrera de hielo Larsen A. Varios veranos después, en febrero de 2002, se desintegraron 3200 kilómetros cuadrados de hielo de la barrera Larsen B. Ambos bloques pasaron a ser témpanos enormes que se desplazaron por las aguas cercanas.

Esas desapariciones no fueron casuales. El ambiente estaba más "caliente" que nunca poco antes de que se produjeran. En la Base Marambio de la Argentina, la temperatura media del verano 94-95 fue del 0,6 grado centígrado. Mientras que la temperatura media del verano 2001/2002 fue del 0,7 grado, la más cálida registrada en todo el siglo, según informaron De Angelis y Skvarca.

El calentamiento regional terminó haciendo trizas las barreras de hielo Larsen A y B. La primera servía como un contenedor de los seis glaciares tributarios que fueron analizados por los investigadores argentinos.

Ellos sugieren en el reporte que publican en Science que la desintegración de la barrera de hielo desencadenó un fenómeno denominado con la palabra inglesa "surge" (todavía no tiene traducción al idioma español).

Ese fenómeno se dio así: al desaparecer la barrera de hielo en 1995, aumentó la velocidad de los glaciares que la alimentaban. Porque se produjo una transferencia brusca de una masa de hielo desde una zona activa y alta hacia una zona inactiva y estancada, explicó De Angelis.

Como resultado de esta "movida", los cinco glaciares avanzaron para después perder altura y retroceder. Así fue que ahora se asoman terrazas de hielo, que sorprendieron a De Angelis, desde su asiento en un avión Twin Otter de la Fuerza Aérea Argentina.

El ingeniero geofísico Skvarca y De Angelis también hicieron un mapeo con el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) y analizaron imágenes satelitales secuenciales Landsat y Aster.

"Esas imágenes nos aportaron la evidencia más clara, que permitió confirmar que un fenómeno dramático de 'surge' glaciario se había producido. Esto significa que los glaciares "han perdido un volumen muy grande de hielo, que hasta ahora no podemos cuantificar", resaltó el licenciado De Angelis.

Skvarca opinó: "Estas evidencias muestran que debemos tener una preocupación mayor por los cambios que están sucediendo en la Antártida. Porque el nivel del mar podría aumentar e inundar zonas costeras de todos los continentes".



Consignas:
  1. Realiza un breve resumen sobre lo leído
  2. Averigua la definición de las palabras Glaciar y Glacial
  3. ¿Es un desastre o fenómeno natural?
  4. ¿Qué tipo de problema ambiental es?
  5. ¿Cuáles creen los científicos que son las causas?
  6. ¿Cuáles son las consecuencias?
  7. Explica con tus palabras lo que está sucediendo con la Antártida
Artículos 4 y5
EL DIA QUE LA TIERRA TEMBLO: TERREMOTO DE 6.5 PUNTOS EN LA ESCALA DE RICHTER, A LAS 8.53 DE LA MAÑANA                  Un sismo en Catamarca hizo temblar a la mitad del país
Se sintió en 14 provincias y Capital. Fue el más potente de los últimos cuatro años. Sólo generó daños menores porque fue muy profundo y su epicentro estuvo en las sierras de Ambato, una zona despoblada.

Ayer tembló media Argentina. Es que el sismo que se registró a las 8.53 en la provincia de Catamarca fue el más potente de los últimos cuatro años —tuvo una magnitud de 6.5 en la escala de Richter— e hizo que el temblor se expandiera en segundos a cientos de kilómetros a la redonda. El Instituto Nacional de Previsión Sísmica no utilizó ningún eufemismo para referirse al fenómeno: se trató de un "terremoto".

El movimiento tuvo su epicentro en las serranías del Ambato, a unos 50 kilómetros de la capital catamarqueña. Debido a que es un área desolada y a que el temblor ocurrió a 57 kilómetros de profundidad, los daños que se registraron fueron mínimos. Si un temblor de esta misma magnitud se hubiera producido debajo de, por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires, hoy se hablaría de una catástrofe. En Argentina no se hace predicción sísmica. Por eso, el terremoto tomó por sorpresa a los habitantes de Catamarca y de las otras trece provincias en las que repercutió: La Rioja, Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, San Juan, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires. También se notó en los edificios más altos de la Capital Federal.

En un primer momento, el Instituto de Previsión Sísmica informó que el temblor había sido de 6.3 en la escala de Richter. Unas horas más tarde, las computadoras de ese centro volvieron a hacer los cálculos y se llegó a la conclusión de que el sismo fue en realidad de 6.5 grados. Hasta los propios expertos del Instituto —trabajan un edificio de dos pisos ubicado en pleno centro de San Juan— se asustaron.

El último sismo de esta magnitud que se había registrado en el país fue el 12 de mayo de 2000, en San Antonio de los Cobres, Salta. Otro de esa misma potencia se produjo en San Juan, el 8 de junio de 1993. El terremoto de San Juan de 1977, que destrozó el pueblo de Caucete, tuvo una magnitud de 7.4.

¿La razón del fenómeno? Las placas que forman la corteza terrestre están continuamente en movimiento, chocando entre sí. Hasta que llega un momento en que la energía que esa fricción logra juntar es descomunal y la Tierra dice basta. Ahí se produce el terremoto. La Argentina está sobre una placa —su nombre es Sudamérica— que se mueve 5 centímetros por año hacia el Oeste y choca contra otra placa —Nazca—, que está en el Pacífico.

De acuerdo a los especialistas del Instituto de Previsión Sísmica, es imposible saber con exactitud durante cuánto tiempo se extendió el terremoto. Calculan, sin embargo, que puede haber durado alrededor de un minuto. Enseguida, el temblor —las ondas sísmicas se expanden a una velocidad de 8 kilómetros por segundo— se sintió en el resto del país.

En la provincia de Catamarca fue donde se produjeron los mayores daños. En las localidades de Los Angeles, Miraflores y Concepción, por ejemplo, al menos unas 15 casas y algunas capillas y edificios escolares construidos en la década del cincuenta se les cayeron los techos y les aparecieron grietas en las paredes. Fue tanto el miedo que sintieron los vecinos de esos poblados que muchos anoche aún permanecían fuera de sus casas.

Para peor, las réplicas del sismo —son los reacomodamientos de las placas posteriores a un terremoto— se siguieron sintiendo a lo largo del día. Hasta anoche se habían detectado ocho; se espera que haya más réplicas a lo largo de esta semana.

En los primeros minutos posteriores al terremoto, la ciudad de Catamarca se quedó sin suministro de electricidad y sin servicio telefónico por algunos minutos. Las columnas del tendido aéreo de energía temblaron y vibraron con fuerza.

Mientras el temblor sacudía todo, los catamarqueños empezaron a salir a la calle con lo puesto. Los edificios públicos fueron evacuados, los bancos suspendieron sus actividades y los directivos de las escuelas —en todos sus niveles— dispusieron evacuar a los alumnos y llamar de urgencia a los padres para retirar a los chicos.

En las rutas provinciales 1 y 4 hubo desmoronamiento de lomadas y el transito quedó suspendido. Ni siquiera el hospital de Niños "Eva Perón", el centro pediátrico de mayor complejidad de la provincia, se salvó: sufrió daños en la mampostería del piso superior y los internados fueron evacuados a la planta baja.

De acuerdo a los informes oficiales, sólo una persona murió durante el terremoto. Francisca Ernestina Barros (68) sufrió un "paro cardiorrespiratorio" en la terminal de ómnibus de Catamarca, mientras temblaba todo el edificio. La mujer, según se informó, padecía asma.

Tan amplio fue el radio en el que se sintió el sismo que al mismo tiempo en que caía la torre de una iglesia en el poblado riojano de Aimogasta, los tribunales de la bonaerense San Martín eran evacuados, al igual que la Casa de Gobierno del Chaco y la Municipalidad de Santa Fe.

En las torres más altas del territorio porteño también se sintió el temblor. De golpe, todas las calles del microcentro se llenaron de oficinistas que habían abandonado, asustados, sus lugares de trabajo. Una hora después no tuvieron más remedio que volver a trabajar.



Fuente: Diario Clarín Miércoles 8 de septiembre de 2004

CATASTROFE EN INDONESIA   Terremoto en Java: hay más de 3.500 muertos

El sismo fue de 6,2 grados en la escala Richter. Hay más de 12.500 heridos. Por el colapso sanitario, se teme que muchos de ellos no sobrevivan. Según la Cruz Roja, habría unos 200.000 damnificados.

Primero se oyó un gran rugido. Al instante —con las imágenes del tsunami vivas en la memoria— la gente entró en pánico. Un terremoto de 6,2 grados de magnitud en la escala Richter había sacudido los alrededores de la ciudad indonesia de Yogyakarta, en la densamente poblada isla de Java.

Inmediatamente después, el volcán Merapi, que está en actividad, empezó a arrojar lava y cenizas sobre esa región densamente poblada y rica, además, en tesoros de la cultura hinduísta y budista. Es la zona conocida como el "cinturón de fuego" del Pacífico, considerada por los expertos como la de mayor actividad volcánica del mundo.

"La gente gritaba "¡tsunami, tsunami!". Corrían descalzos. Huían en bicicleta, en moto, en lo que pudieran. Estaban en pánico. El descontrol duró entre media hora y tres cuartos de hora", aseguro Pauline Texier, una investigadora francesa de 24 años que se encontraba en la ciudad universitaria de Yogyakarta y fue testigo de la tragedia.

Según el ministro de Asuntos Sociales hay ya más de 3.500 muertos y 12.500 heridos. Lamentablemente el sistema sanitario se encontraba desbordado por la tragedia, por lo que muchas personas aún no fueron atendidas. Se temía que esto elevara significativamente el número de muertes en la madrugada del domingo.

Cientos de personas con fracturas o contusiones yacían en los pisos de los hospitales. Los cadáveres era envueltos en un simple trozo de tela y eran alineados en morgues improvisadas.

La Cruz Roja internacional evalúa en 200.000 el número de damnificados desplazados y más de 4.000 las viviendas destruidas por el terremoto.

"La casa tembló, daba la sensación de que las paredes se movían como si fuesen de cartón. Duró unos 10 segundos. Cuando salimos vimos encima del volcán una erupción más importante que las anteriores", dijo la investigadora francesa.

La Cruz Roja y la Media Luna Roja hicieron ayer un llamado de urgencia, pidiendo 10 millones de dólares para que la Cruz Roja indonesia pueda hacer frente a las necesidades de los supervivientes del sismo. Esa organización movilizó a 400 voluntarios y envió al lugar de la tragedia a personal médico y un equipo de evaluación.

Cinco equipos médicos de la Cruz Roja indonesia, ayudados por la de Singapur están trabajando. Otros cinco, procedentes de las regiones vecinas, van camino de la zona y un hospital de campaña de la Cruz Roja está siendo trasladado de Aceh a Yogyakarta.

Ayuda financiera, abrigo, carpas, equipos de provisión de agua y médicos fueron enviados por varios países entre ellos Gran Bretaña, Francia, Rusia, Grecia y la República Checa. Según la información de agencias de noticias, desde Tokio hasta Bruselas la comunidad internacional se puso de inmediato a disposición de Indonesia para ayudar a las víctimas. La Comisión Europea aprobó fondos de emergencia por 3 millones de euros y envió expertos en ayuda humanitaria.

Los voluntarios locales de la Cruz Roja han distribuido a la población damnificada los alimentos, el agua, las carpas familiares y productos para bebés.

Ayer familiares desesperados registraban entre los escombros de casas y hoteles en busca de sobrevivientes.

El aeropuerto de Yogyakarta fue cerrado. Su sala de espera quedó totalmente destruida.

Las comunicaciones telefónicas han quedado cortadas y el suministro eléctrico está funcionando muy mal, dijo el jefe de la policía de Yogyakarta, Ari Purnomo.

En el océano Indico, a una treintena de kilómetros al sur de Yogyakarta, centenares de familias huyeron al propagarse los rumores de que se trataba de un nuevo tsunami.

El 26 de diciembre de 2004, un poderoso sismo de más de 9 grados de magnitud en la escala de Richter, cuyo epicentro se situó cerca de las costas de Sumatra, provocó un maremoto gigantesco que ocasionó más de 220.000 muertos en la cuenca del océano Indico.

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, quien también como mandatario tuvo que enfrentar el terrible tsunami de diciembre de 2004, visitó la zona afectada. "La primera prioridad es salvar vidas, cuidar a los heridos", dijo.

Equipos especializados de Naciones Unidas están preparados para colaborar en las labores humanitarias, anunció el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

El papa Benedicto XVI ha transmitido su pésame a los afectados, al igual que el presidente chino, Hu Jintao. Japón y Noruega han anunciado el envío de equipos médicos, mientras que Italia ha prometido un avión con ayuda de emergencia.

El choque de las placas tectónicas eurasiana e indoaustraliana es la causa de este fenómeno.

Fuente: Diario Clarín domingo 28 de mayo de 2006

Consignas:
  1. Realiza un cuadro comparativo entre ambos artículos.
  2. Localiza las áreas afectadas en el mapa planisferio de la actividad del primer artículo. No olvides colocar las referencias.
  3. ¿Qué sociedad ha sufrido las mayores consecuencias? ¿Por qué será?
  4. ¿Qué tipo de prolemática ambiental es?